El correcto funcionamiento de un purificador de aire depende de la ubicación que le demos en cada ambiente. Para optimizar el uso de nuestros dispositivos es fundamental tener en cuenta algunos consejos.

Lo primero es determinar las dimensiones del espacio donde se instalará el purificador. Existen purificadores de aire de diversas potencias según la amplitud de los espacios.

Otro consejo es ubicar el purificador cerca de la fuente de contaminación que queremos erradicar. Lo óptimo es utilizar los dispositivos en ambientes cerrados, sin corriente de aire externa.

No colocar el purificador de aire cerca de otros dispositivos electrónicos para evitar interferencias. Tampoco ubicarlos en espacios con mucha humedad.

Dependiendo de las dimensiones del ambiente y del dispositivo en sí, lo recomendable es ubicarlo a una altura de 1 m sobre el suelo. Esto ayudará a filtrar mejor el aire de toda la habitación.

A diferencia de lo que se suele pensar, la distancia a la que nos encontremos respecto del dispositivo de purificación no afecta la calidad del aire que respiramos. Si tenemos en cuenta los puntos anteriormente mencionados, podremos aprovechar aire de calidad en cualquier lugar de la habitación donde nos encontremos.